Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) representan un enorme desafío para todas las naciones, en el caso de Latinoamérica, en los barrios urbanos carenciados y asentamientos existe una dinámica que “resiste” al cambio, incluso, se presenta un deterioro progresivo en las condiciones de vidas de sus habitantes. Una investigación publicada en la revista científica de la Universidad Politécnica y Artística del Paraguay plantea un llamado a debate sobre el no cumplimiento de los ODS, una mirada al fenómeno que representan estos sitios y el cómo integrarlos a un plan que contemple sus necesidades.
En el 2015 la ONU aprobó la agenda 2030 con sus 17 ODS un compromiso global que desea asegurar el bienestar de todas las personas. Pero, como era de esperarse, son varias las dificultades en determinadas partes del globo. El Informe sobre los progresos en el cumplimiento de los ODS del 2021 recoge varias de estas, más, teniendo en cuenta la pandemia que agudizó la situación de millones de personas, aun así, en años anteriores a la aparición del covid-19 quedaba claro que ciertos sectores y grupos de personas necesitaban especial atención para superar las problemáticas que la agenda 2030 pretende solucionar.
Los asentamientos y barrios urbanos precarios son la expresión de un fenómeno socioeconómico creciente. Se calcula que existirían cerca de 200.000.000 de personas en el rango de pobreza, es decir, casi el 38% de la población total de la región estaría viviendo en precariedad. El hábitat del individuo va mucho más allá en términos de arquitectura, por ejemplo, dónde vive y cómo, tienen una enorme influencia en su vida; es un todo integrado que define sus posibilidades de progresar, de aquí la vivienda digna se erige como una necesidad primordial desde donde el ser humano puede o no trascender.
Casi todas las ciudades latinoamericanas, en los finales del siglo XX y en esta primera mitad del siglo XXI, se caracterizan por un acelerado crecimiento urbano, aumento exponencial de la población, grandes migraciones internas e interregionales e intraurbanas, desplazamientos por conflictos sociales a causa de las drogas, de dominios internos, de ocupaciones ilegales por votos electorales. En términos de pobreza humana, salud, bienestar, agua limpia y saneamiento, ciudades y comunidades sostenibles, energía, desigualdades y justicia existe mucho que hacer.
En este sentido, los investigadores concluyen que deben mejorarse las políticas de desarrollo, reforzar las alianzas y aumentar el intercambiar experiencias entre naciones. Los asentamientos y barrios urbanos precarios requieren de una reformulación importante, sin este necesario esfuerzo millones de personas seguirán debatiéndose entre la pobreza, la exclusión y el constante deterioro de su condición sociocultural.
